¿Por qué sí y por qué no comprar una Mazda CX-3?

¿La SUV compacta perfecta o una apuesta arriesgada?

Mazda CX-3 llegó a México en 2016 como una de las primeras SUV compactas del con un enfoque más elevado en cuanto a equipamiento y motorización. Con diseño atractivo, tecnología SKYACTIV y un enfoque en la experiencia de manejo, rápidamente ganó seguidores. Sin embargo, tras casi una década en nuestro país, su evolución y problemas recurrentes generan dudas. En este artículo, analizamos a fondo sus ventajas, desventajas y si sigue siendo una buena compra en 2025.

Mazda CX-3 en México: Versiones y evolución (2016-2025)

Desde su lanzamiento, la CX-3 ha mantenido el motor 2.0L SKYACTIV-G de 148 hp y 141 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de 6 velocidades. Aunque eficiente, este bloque no ha tenido actualizaciones significativas, lo que la deja en desventaja frente a rivales con motores turbo y naturalmente aspirados con mejor desempeño.

Versiones disponibles

• 2016-2020: i, i Sport, i Grand Touring.

• 2021-2025: Simplificación a dos versiones: i e i Sport.

Estimado de precios de Mazda CX-3: De 2016 a 2025

• Mazda CX-3 2016 desde $195,000 MXN

• Mazda CX-3 2017 desde $205,000 MXN

• Mazda CX-3 2018 desde $230,000 MXN

• Mazda CX-3 2019 desde $260,000 MXN

• Mazda CX-3 2020 desde $280,000 MXN

• Mazda CX-3 2021 desde $310,000 MXN

• Mazda CX-3 2022 desde $325,000 MXN

• Mazda CX-3 2023 desde $340,000 MXN

• Mazda CX-3 2024 desde $370,000 MXN

CX-3 tiene una depreciación moderada, menor que otras SUV japonesas, pero superior a modelos como Honda HR-V.

5 razones para comprar una Mazda CX-3

1. Experiencia de manejo ágil 

Gracias a su plataforma compartida con el Mazda2, ofrece respuesta precisa en curvas y dirección bien calibrada, ideal para ciudad.

2. Eficiencia de combustible 

Consume entre 11-13 km/l en consumo mixto, destacando en el segmento.

3. Diseño refinado 

Líneas fluidas, faros LED y detalles cromados le dan un look más refinado y sofisticado de lo que puedes encontrar en el segmento.

4. Seguridad sólida

Todas las versiones incluyen 6 bolsas de aire, control de estabilidad y frenado autónomo de emergencia en versiones especiales o tope de gama.

5. Solidez estructural

Destaca por su calidad de ensamble, dueños señalan que a diferencia de otras camionetas dentro del segmento, CX-3 no presenta ruidos en el interior después de los 70,000 km.

5 razones por qué NO comprar una Mazda CX-3

1. Espacio interior limitado 

Con solo 257 litros de cajuela y asientos traseros ajustados, pierde frente a rivales como Kia Seltos o Nissan Kicks.

2. Calidad de materiales mejorables

 Usuarios critican el uso de plásticos duros en paneles y en algunos casos se presenta desgaste prematuro de tapicería.

3. Problemas de suspensión

Reportes de ruidos en amortiguadores y bujes tras 50,000 km, con reparaciones costosas en comparación a camionetas del segmento.

4. Tecnología obsoleta 

Sin duda alguna una de las quejas más recurrentes hacía la marca es el sistema de infoentretenimiento, encontrarás una pantalla de 7” sin Android Auto/Apple CarPlay en modelos 2016-2022, y fallas en Bluetooth en algunos casos.

5. Costes de mantenimiento elevados

Otra de las quejas es el costo de mantenimiento que requiere, es relativamente elevado comparado contra competidoras como HR-V o Creta.

Mazda CX-3 vs Honda HR-V

Característica	Mazda CX-3 (2025)	Honda HR-V (2025)
Motor	2.0L / 148 hp	1.5L Turbo / 181 hp
Consumo (km/l)	17.3	16.8
Cajuela (L)	257	364
Precio seminuevo	$330,000 - $380,000	$350,000 - $400,000
Problemas comunes	Suspensión, electrónica	Transmisión CVT

Veredicto: HR-V ofrece más espacio y potencia, pero la CX-3 gana en diseño y experiencia de manejo.

¿Debes comprar una Mazda CX-3?

¿Por qué si y Por qué no comprar una Mazda CX-3? Después de lo analizado podemos decir que es una SUV ideal para un público joven que prioriza el diseño, eficiencia y manejo ágil en ciudad. Sin embargo, su espacio limitado y problemas de suspensión la hacen poco práctica para familias o viajes largos.

Antes de comprar, realiza una inspección profesional que incluya:

• Prueba de suspensión y sistema eléctrico.

• Verificación de historial de mantenimiento.

• Análisis de desgaste en interiores y caja automática.

Esto evitará sorpresas costosas, especialmente en modelos con más de 60,000 km.